Título: Los gritos del silencio
Director: Roland Joffé
Año: 1984
Título original: The killing fields
Nacionalidad: UK
Producción: Warner Bross. Pictures
Productor: David Puttnam
Duración: 142’
Guión: Bruce Robinson (Muerte y vida de Dith Pran, novela de Sydney Schamberg)
Fotografía: Chris Menges
Música: Mike Oldfield
Montaje: Jim Clark
Ficha artística
Sam Waterson (Sydney Schanberg)
Dr. Haing S Ngor (Dith Pran)
John Malkovich (Alan “Al”, fotógrafo)
Julian Sands (Jon Swain)
Craig T. Nelson (Mayor Reeves)
Spalding Gray (Cónsul de los Estados Unidos)
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
Hablar de “Los gritos del silencio” es querer matizar la obra, caparla desde el título, pues la película, en inglés se llama “The killing fields”, que bien podría traducirse como “los campos de exterminio”, campos de trabajos forzados, campos de concentración, o sencillamente, la aplicación radical del sistema comunista en la Camboya de los años ’70 del pasado siglo.
La película se desarrolla en Camboya, como bien decía, en los estadios previos a la toma del poder de Pol Pot, líder comunista de la guerrilla popular, (nosotros tuvimos nuestro Frente Popular), de ascendencia Maoísta, esto es, más malos que un dolor de muelas.
Hay dos protagonistas: Sydney Schanberg y Dith Pran. El primero corresponsal de guerra del New York Times, el segundo, un periodista local que se convierte gradualmente en la mano derecha de Sydney, por su buen olfato periodístico, su amor a la profesión, sus ansias por investigar y dar a conocer a Occidente cual es la realidad sociopolítica de su Camboya natal, junto con su familia, lo que mas amaba.
Dith Parn irá ganando protagonismo a lo largo de la película. Comienza siendo un actor de reparto, secundario a todas luces, para ir ganándose a pulso el marchamo de protagonista, pues no obstante, la novela en la que se basa el guión se llama “Muerte y vida de Dith Parn”, por algo será.
Su dominio del idioma, fundamental, su conocimiento del medio, su cultura nativa, su espíritu periodístico y su saber negociar, harán de él el 50%, cuando no el 90% del tándem Sydney / Dith. Y esto no lo digo yo, lo dice el propio Sydney, primero en la película, pero queda mejor reflejado en la novela mencionada, cuyo autor es el propio Sydney en la vida real.
La libertad y la democracia irán perdiendo terreno ante el avance insostenible e infrenable de los Jemeres Rojos, movimiento liderado por Pol Pot, una suerte de ejército popular compuesto por campesinos “reciclados” en asesinos dedicados al bello arte del exterminio.
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
Sydney, como dije un poco mas arriba, era el corresponsal del New York Times en Camboya, y hacía bien su trabajo, más que bien, era un perfeccionista de la noticia, siempre aconsejado por Dith, cuyas fuentes, conjugadas con sus artes negociadoras, le ponían sobre la pista de los acontecimientos sucedidos e incluso por suceder en todos los frentes abiertos.
El ejército norteamericano no podía hacer otra cosa mas que nadar y guardar la ropa, esto último no fue ni posible al tener que poner pies en polvorosa y abandonar el territorio dando por zanjada y perdida una contienda cuyas raíces habían nacido en la vecina Vietnam.
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
Esta es pues la película, la historia de aquellos que se lo jugaron todo para que viéramos las tripas de los camboyanos rebosando tras un machetazo.
Pues camboyanos murieron, como chinches, y no todos, ni la mitad, a manos de los americanos, que fueron los Jemeres Rojos los que aplicaron no solo la política de evacuación de todas las ciudades, ni solo la doctrina de los campos de trabajos forzados en la agricultura, sino los autores de una de las mayores masacres, pasando por el fusil a todo el ejército regular una vez que ganaron la guerra, y ellos, con sus manitas de niños, pues muchos no habían cumplido ni los catorce años, (el infante: esencia pura del movimiento Jemere, por no haber sido corrompido por la sociedad burguesa occidental, era una de sus armas más letales, adoctrinados para matar, destripar y ser despiadados, la única madre, la patria, el único padre, el Partido Comunista), y ya fueron partícipes de la horrenda mutilación y del asesinato en masa.
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
![]() |
Los gritos del silencio - el fancine - el troblogdita - ÁlvaroGP - Periodismo y Cine |
Así se escribe la Historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario